Bajo el sol del Pacífico, los Osos encontraron su final
San José, CA Todo tiene un fin. Los Osos de Cal Berkeley cerraron su temporada en un horizonte tropical, marcado por la derrota y el desgaste. El cambio de clima, el aire húmedo y el ambiente de isla fueron testigos del desenlace. Como si se tratara de un huracán local, la Universidad de Hawái, en la isla de Oahu, derrotó a UC Berkeley 35-31 para quedarse con el tazón.
Uno pensaría que los Osos podrían navegar el océano Pacífico con calma, adaptarse a la naturaleza tropical y resistir la tempestad. Pero no fue así. Esta vez, Cal no pudo contra la fuerza local. El territorio, el clima y la energía del entorno terminaron por consumir a unos Osos que lucieron cansados en los momentos clave. La naturaleza tuvo factor decisivo, y la derrota dejó claro el desgaste físico y emocional del equipo.
Así concluye una temporada de altibajos. Cal no logró cerrar el año con una victoria, pero el presente deja lecciones valiosas y el futuro, especialmente el 2026, todavía puede ser glorioso.
Las 343 yardas del joven mariscal Jaron-Keawe Sagapolutele no fueron suficientes. El ataque comenzó de manera prometedora, moviendo bien el balón y mostrando explosividad, pero la defensa no logró sostener el equilibrio necesario para sellar el triunfo. El esfuerzo del quarterback, un talento evidente, quedó sin recompensa en el marcador.
Sagapolutele se ha convertido en tema central de conversación. Bajo las reglas actuales de la NCAA, el mariscal tiene la opción de abandonar la institución si así lo desea. La oportunidad de seguir liderando a Cal Berkeley existe, pero ahora bajo una nueva era. Tosh Lupoi fue nombrado el nuevo entrenador en jefe tras una búsqueda profunda y meticulosa.
Ron Rivera fue claro en conferencia de prensa: Lupoi representa a UC Berkeley. Es egresado, exjugador y conoce la institución desde dentro, tanto en lo cultural como en lo académico y deportivo. El tiempo dirá si Sagapolutele decide quedarse en Berkeley, pero con Lupoi al mando, los Osos podrían aspirar a un mejor destino dentro de la ACC.
Por ahora, Cal sigue navegando en horizontes intermedios dentro de una conferencia cada vez más competitiva. Será clave reforzarse a través del portal de transferencias, ya que otras universidades de la división ya tienen en la mira a joyas jóvenes que pueden marcar diferencia inmediata.
La temporada dejó aprendizajes claros. En las altas, quedó demostrado que el equipo tiene carácter y potencial. En las bajas, quedó evidente que el reclutamiento rumbo al 2026 será fundamental para competir en los puestos altos de la ACC. Como cada año académico y deportivo, algunos jugadores se irán y otros llegarán. La gran incógnita es quiénes abandonarán el programa: algunos buscarán nuevos retos lejos de Berkeley, otros perderán protagonismo y espacio dentro del equipo.
Las nuevas reglas de la NCAA han cambiado el panorama. Hoy, los universitarios cuentan con un portal de escape que les permite redefinir su camino y explorar nuevos horizontes.
El 2026 puede ser glorioso si Tosh Lupoi logra elevar el nivel del programa más allá de lo visto en 2025. Dicen que los cambios son buenos, pero todo dependerá de la adaptación, las decisiones internas y los movimientos que se realicen en los próximos meses. Los Osos ya demostraron que hay talento. Ahora, es momento de que las piezas correctas se conviertan en una realidad
Photos: UC Berkeley
