Los Osos resucitan y aseguran su invitación a un tazón
San José, CA Los Osos resucitaron en su último encuentro fuera de casa. En la naturaleza, los osos son animales feroces, potentes y dominantes; y así se comportaron los de Cal Berkeley al destrozar a unos Cardenales que volaban con velocidad en su territorio. Lo que Louisville no esperaba en este gran choque era que los Osos conocen bien la naturaleza: con paciencia y visión, esperaron el momento justo para devorar a los Cardenales en su propio nido.
Con una victoria de 29-26, los Osos de Cal Berkeley confirmaron su participación en un tazón este diciembre. Justin Wilcox manejó con inteligencia los últimos minutos del encuentro, logrando una valiosa victoria de visitante. No era un partido cualquiera: ambos equipos jugaban por una invitación importante, y Cal supo imponer su poderío en el cierre.
El joven mariscal Jaron-Keawe Sagapolutele tuvo una actuación brillante, lanzando para 323 yardas y dos anotaciones, superando con amplitud a su contraparte de Louisville, Miller Moss, quien terminó con solo 203 yardas. En total, la ofensiva dirigida por Wilcox acumuló 427 yardas, un número sólido que refleja control y eficacia.
Con esta victoria, Cal Berkeley mejora su récord a 6-4 en la ACC, consolidándose como un equipo competitivo y en ascenso. Wilcox continúa demostrando su capacidad para inspirar a sus jugadores en momentos decisivos, como lo hizo ante Louisville, cuando el equipo mostró temple y carácter.
En el horizonte quedan dos duelos cruciales: el clásico ante Stanford en Palo Alto el 22 de noviembre, y el cierre de temporada regular en casa ante SMU el 29 de noviembre, en el histórico Memorial Stadium.
La confianza está en su punto más alto en Berkeley. Los Osos ya tienen asegurada su invitación al tazón, pero Wilcox y su equipo saben que conquistar la histórica Hacha ante Stanford sería el broche de oro para una temporada que comenzó con dudas y ahora se llena de esperanza.
Photos: UC Berkeley
